Si alguien camina por la acera de los números pares de la carrera de San Jerónimo, yendo desde Sol hacia el Congreso o el paseo del Prado, puede que la prisa le haga dejar a su derecha, en el número 8, uno de los locales emblemáticos de Madrid. Y es que Lhardy lleva más de 175 años en el mismo lugar.
En este artículo le enseñamos este establecimiento centenario por dentro, desde su origen hasta nuestros días, deteniéndonos en su historia, en su pasado y su presente. Por eso, les recomendamos que caminen por esta estrecha acera con la atención puesta en el mencionado número 8 y que se paren a mirar la magnífica fachada de madera de caoba traída de Cuba, es la primera carta de presentación.
Antes de entrar —porque es una falta grave no visitar este templo de la gastronomía, la cultura y la historia—, deléitense con el escaparate donde ofrecen las delicias que podrá probar o llevarse de la tienda. Dentro, nos trasladaremos totalmente al siglo XIX y podremos probar su magnífico consomé que, como es tradición desde 1885, nos serviremos directamente del samovar de plata que preside el local. Pasen y vean, nos acompañan sus dueños.
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