Es el Retiro un símbolo de la imagen y la historia de Madrid. No hay estampa ni recuerdo capitalino que no recale en este inmenso parque de 118 hectáreas y que supone uno de los elementos más significativos de nuestra ciudad.
Su historia se remonta al S. XVII, cuando el Conde Duque de Olivares, valido de Felipe IV, le regala al rey unos terrenos cedidos por el duque de Fernán Núñez. La idea era que la Corte dispusiera de una zona de recreo en torno al Monasterio de Los Jerónimos.
Así surgió la iniciativa de construir el Palacio del Buen Retiro, una segunda residencia real en un lugar de extraordinarias cualidades, por ser una zona muy boscosa y fresca. A partir de ese momento, el Retiro cobrará vida y verá cómo se levantan distintas edificaciones.
La revista Madrid Histórico presenta en el siguiente número un reportaje sobre los vestigios del pasado que esconde este lugar. La proposición es inmejorable: un paseo distendido en el que nos detendremos en las instalaciones antiguas ya desaparecidas de El Retiro.