El antiguo palacio de los marqueses de Villafranca situado en la calle de Don Pedro, hoy es la sede de la Real Academia de Ingeniería. Este artículo de María Isabel Mediero Velasco recorre su historia y recoge imágenes cedidas por la Real Academia de Ingeniería.
La nobleza fue llegando a Madrid progresivamente y se fue instalando en determinadas zonas de la ciudad por las que mostraban cierta preferencia. Este palacio se construyó en un barrio poco aristocrático pero por su cercanía al alcázar y con precedentes de distinción señorial fue elegido como residencia por dos importantes familias: los Mendoza del Infantado y los Álvarez de Toledo de Villafranca.
En el S. XVII Madrid no es una capital estrictamente palaciega, pero las cosas varían durante las centurias siguientes. El palacio de los marqueses de Villafranca ofrece una buena muestra de ello con sus continuas obras y su falta de definición hasta entrado el S. XVIII. A medida que fue cambiando la calle y lo que rodeaba al palacio, parece ser que se fueron adquiriendo parcelas colindantes y agrandando el espacio.