El 13 de agosto de 1917 se producía la primera huelga general indefinida a nivel nacional. El 15 de agosto, día de la festividad de la Virgen de la Paloma, los madrileños se desayunaban con las crónicas, fuertemente censuradas, de los ametrallamientos ocurridos el día anterior en la Glorieta de Cuatro Caminos.
La Huelga General había sido el tercer acto de la llamada «Crisis de 1917», antes se había producido la revuelta militar de las Juntas de Defensa en junio, y la Asamblea de parlamentarios, al mes siguiente. Todo como consecuencia de la lenta caída de la Restauración, acaecida durante el reinado de Alfonso XIII.
La ciudad se estaba convirtiendo en «la capital del capital». El desarrollo del ferrocarril, de los grandes bancos, el Plan Castro, la creación del ensanche y las rondas y una expansión arquitectónica muy ecléctica estaban cambiando la cara a la ciudad. Madrid se estaba expandiendo hacia el extrarradio, las carreteras de entrada a la ciudad se estaban poblando con todas las gentes que venían a la ciudad en busca de trabajo.
Estas eran las circunstancias del Madrid de la Restauración. Con ese caldo de cultivo y con una crisis de los partidos oligárquicos y el agotamiento del sistema, los sindicatos comienzan a tomar fuerza como representantes de la clase obrera y trabajadora. Del trasfondo político y de los acontecimientos que ocurrieron en aquella jornada trata este reportaje altamente recomendable.