Madrid había estado a punto de perder su rango por su «fidelidad» a la República, pero el general Franco, una vez acabada la guerra civil pretende cambiar por completo la fisionomía de esta ciudad y convertirla en una ciudad imperialista, que asumiera el papel de la gran ciudad de la «Nueva España».
El termino municipal de Madrid se origina entre la década de los años cuarenta y los cincuenta, a partir de las distintas poblaciones situadas alrededor de la capital. Para entender este plan hay que conocer el ideario nacionalsindicalista del nuevo Gobierno surgido tras la guerra, que repercutió -en gran medida- en el plano urbanístico y cultural de la ciudad.
El poder político, como ya sabemos, quedó concentrado en el Jefe del Estado, el general Franco, quedando los poderes municipales sometidos a la autoridad estatal (finalizando su autonomía) y todo el poder quedó en puestos de designación directa.
Este artículo aborda las decisiones que tomó la Junta de Reconstrucción de Madrid y el Plan General de Ordenación Urbana que se planteó en 1946, incluyendo las directrices conceptuales del Plan Bidagor, la formación del actual término municipal y la nueva estética de la ciudad.