El próximo 17 de julio se cumplirán cien años del fallecimiento de Consuelo Vello, popularmente conocida como «La Fornarina». Nombres como la Chelito, la Goya o la inefable Raquel Meller suenan en la memoria de los admiradores del cuplé, aunque no todos conocen a la mujer que aquí nos ocupa.
En este artículo, David Pérez Rodríguez reivindica la figura de la Fornarina porque hablar de ella es, a su juicio, hablar de libertad y de la genialidad de una artista que regaló al mundo un género musical único, maravilloso e indispensable en la configuración de la música y la escena españolas de todo el siglo XX.
Este reportaje aborda la vida de esta bella mujer que triunfó en los escenarios, cuya la vida personal no acabó tan bien. La falta de experiencia y de cultura hizo que diera más de un paso en falso. Murió tras sufrir una enfermedad infecciosa genital. Pero su corta vida quedó marcada por ser la mujer que engendró el concepto de canción moderna, esa pequeña pieza de diez minutos en la que la artista contaba una historia ambientada en diferentes lugares o situaciones.