La denominada Marca Media (al-Tagr al-Aswuat) es una especie de frontera que, a juzgar por los hallazgos de las atalayas cilíndricas ligeramente troncocónicas a pie de sierra en el Madrid del valle del Jarama y de la sierra de Hoyo (y cuya descripción pormenorizada es el asunto del presente artículo), no tiene aspecto de frontera lineal al uso, como las que conocemos actualmente. Yo diría que la Marca Media ocupaba de una u otra forma la mayor parte del territorio que hoy conocemos como la Comunidad de Madrid, pues se expandía de forma multidireccional. El investigador Juan Zozaya ha delimitado geográficamente el territorio de la Marca Media dentro de un trapecio limitado al sur por el río Guadiana, al oeste por Talavera de la Reina, al norte por la ribera meridional del Duero (un desierto humano en la época) y al este por Medinaceli y Gormaz. El objetivo era la defensa del centro neurálgico del Estado cordobés, la propia ciudad de Córdoba, emplazada en el valle del Guadalquivir.
La creación de la Marca Media fue el resultado de las necesidades del emirato de Córdoba (después califato en el siglo x) a mediados del siglo ix, a fin de preservar los territorios andalusíes contra los cada vez más atrevidos ataques cristianos, que en general no pasaban de ser algazaras en busca de botín y cautivos. En realidad, es lo que hacían los propios islámicos, pero en sentido inverso, esas incursiones anuales denominadas aceifas.
La fecha de la construcción de las atalayas que voy a describir a continuación data de finales del siglo ix, durante el emirato de Muhammad I, o en el siglo x, en época califal, y formaban parte de la red de puestos de vigilancia de la Marca Media. La palabra «atalaya» procede de la voz árabe talala, pequeña torre. Las atalayas eran utilizadas, para vigilar el territorio y a las poblaciones sospechosas de desafección al régimen político vigente, pero también para comunicarse con otras atalayas, a través de un sistema de espejos y señales de humo durante el día, y con hogueras, de noche. Este era el sistema de comunicación que avisaba a las autoridades competentes de la existencia de problemas. Sobre todo, la aproximación de huestes cristianas a través de los puertos del Sistema Central. Las atalayas de la Marca Media instaladas a pie de la sierra de Madrid, constituyeron la frontera entre cristianos y musulmanes. Se encontraban en la margen derecha del río Jarama. Se controlaban desde la villa de Talamanca, que en el siglo x fue centro neurálgico del sistema defensivo de atalayas del valle del Jarama.
Podrás leer el artículo completo en el Número 67 de Madrid Histórico.