La localidad de Talamanca de Jarama se encuentra a 45 km hacia el noroeste de Madrid y está situada en los márgenes del río Jarama. Actualmente cuenta con una población de 1800 habitantes y 40 km² de extensión, limita con Torrelaguna, El Vellón, Valdetorres y Valdepiélagos.
Esta antigua villa posee un rico patrimonio histórico-artístico y en ella se conservan los vestigios de su pasado que van desde un yacimiento de la Edad del Bronce, restos románicos y románico-mudéjares de mayor valor arquitectónico con que cuenta la zona nordeste de Madrid.
En lo que respecta al nombre de esta localidad y según la tradición popular hace referencia al nombre árabe de una reina llamada Tala. Pero para G. Tejada el topónimo es de origen prerromano, probablemente celta, y derivaría del vocablo Talamancia que, con el tiempo, habría evolucionado hasta quedar en su forma actual, Talamanca.
Según las crónicas, los árabes ya conocían el valle del Jarama (Saranba) al menos desde el año 755, cuando acampa cerca de esta zona el gobernador de al-Ándalus, Yüsuf al-Fihri. En la segunda mitad del año 755, el gobernador de al-Ándalus, acompañado de su consejero al-Sumail y de escasas tropas, al regresar de una expedición a Zaragoza para someter a los rebeldes, cuando llevaba dos días acampado a la orilla del río Jarama (Saranba), recibió a un mensajero enviado desde Córdoba por su mujer con la noticia del desembarco en las costas de Elvira del futuro emir Abderramán I. La ruta seguida por Yüsuf al-Fihri para ir de Zaragoza a Toledo y Córdoba pasaba, pues, por el valle del Jarama.
Según Yaqüt y al-Himyari afirman que «Talamanca», a orillas de ese río, fue mandada construir por el emir Muhammad I. Este emir lo primero que pretende es defender sus fronteras y para ello decide fortificarlas con murallas y fortalezas como el alcázar de Mayrit (Madrid), fundado por Abderramán II hacia el año 852.
Entonces, lo que era el antiguo poblado visigodo posiblemente de Mantua, se convierte en la ciudad-fortaleza de Talamanca en el año 860, mientras en la ribera derecha del río Jarama se instalan atalayas para vigilar la entrada de los cristianos por Somosierra. Tal vez es por esta época cuando se construye la primera muralla de Talamanca, y cuando en la zona más alta y pegada a ella se alzaría la alcazaba o al-mudayna. Talamanca queda junto con Madrid como bastión adelantado para la defensa de Toledo y Alcalá, y lógicamente es objeto de ataques de moros y cristianos.
Ya siendo un punto fronterizo para la defensa de la Toledo islámica, fueron atacadas en diversas ocasiones las distintas fortalezas de la Marca Media, siendo la más célebre durante el primer año del gobierno del emir cordobés, en el verano del año 853 que, a causa de una rebelión, en Toledo que amenazaba la estabilidad política del emirato de Abderramán II, aprovechó el rey asturiano Ordoño I para iniciar una ofensiva militar que provocara el hundimiento de la frontera Media cordobesa.
Podrás leer el artículo completo en el Número 67 de Madrid Histórico.