Déjate llevar de la mano de nuestra revista a través de fotografías, imágenes, ilustraciones, gráficos y mucho más…

Este artículo, en nombre de todos los madrileños, es un homenaje a una de muchas de nuestras ilustres mujeres madrileñas que, como casi siempre ocurre, están aparcadas en el olvido.

Se trata de María Rodrigo Bellido, compositora, pianista y docente española, que nació en Madrid el 20 de mayo de 1888 y que murió exiliada en Puerto Rico, el 8 de diciembre de 1967. Por tanto, en 2017 se ha cumplido medio siglo de su fallecimiento a la edad de setenta y nueve años.

Es triste, pero cada vez que se quiere exaltar la figura de un personaje del que apenas algo se sabe, y con María Rodrigo no iba a ser una excepción, su desconocimiento como artista ha hecho que tampoco abunden muchos datos sobre su vida. Sin embargo, los pocos que hay son muy relevantes. Algunos de ellos fueron facilitados gracias a la biografía de su hermana, Mercedes Rodrigo, que nos aporta un dato muy importante: Mercedes se convirtió en la primera mujer en conseguir el título de Psicología en España en el siglo xix.

Sus inicios con la música

María Rodrigo adquirió sus primeras nociones de música con su padre, que era músico y se llamaba Pantaleón Rodrigo y Falces, casado con María Bellido Díaz, ambos de Navarra. Después, en 1897, estudió en el Conservatorio de Madrid y fue con José Tragó con quien empezó a recibir clases de piano. Otra de las disciplinas que estudió fue armonía, de la mano de dos excelentes artistas: Valentín Arin y Pedro Fontanilla. Por último, estudió composición con el maestro Emilio Serrano. Durante todo el tiempo que dedicó a su aprendizaje, siempre consiguió las máximas calificaciones y premios.

Formación en Alemania

Con catorce años terminó sus estudios de piano y a los veintitrés, los de composición. Entonces tenía muy claro que tenía que ampliar sus conocimientos fuera de España. Gracias a una beca que recibió de la Institución Libre de Enseñanza, pudo viajar a Múnich para estudiar música desde 1912 a 1915 en la Real Academia de Múnich, adquiriendo conocimientos de contrapunto, fuga y orquestación con Anton Beer-Wallbrunn. Además, durante su estancia en la ciudad bávara llegó a tener el gran honor de ser alumna del gran compositor Richard Strauss.

En su etapa alemana fue en la composición donde probablemente más se volcó. Allí compuso dos obras orquestales muy representativas: la zarzuela Diana cazadora, que fue representada en el teatro Apolo de Madrid; y una ópera de un acto titulada Becqueriana, inspirada en la Rima XI de Gustavo Adolfo Bécquer, y que sería concluida posteriormente en España. Esta obra fue estrenada con libreto de los hermanos Álvarez Quintero en el teatro de la Zarzuela de Madrid en 1915. En sus obras, María Rodrigo supo transmitir parte de la magia musical de uno de los músicos por el que ella sentía una gran admiración. Ese artista era Wagner. Nuestra compositora madrileña cultivó todos los géneros, tanto música vocal (óperas, zarzuelas y canciones) como instrumental (sinfónica, de cámara, para piano).

En Múnich tuvo como compañeros a músicos alemanes que destacarían en el futuro, como Gustav Heinrich Ernst Martin Wilhelm Furtwängler (Berlín, 25 de enero de 1866-Baden-Baden, Alemania, 30 de noviembre de 1954) que fue compositor y director de orquesta. Nació en el seno de una familia de intelectuales y científicos originaría de la Selva Negra. Su padre, Adolf Furtwängler, era un importante arqueólogo y su madre, Adelheid Wendt, aunque fue pintora, estuvo muy ligada a la música, ya que su padre fue amigo de Johannes Brahms. Recibió educación musical desde pequeño con Josef Rheinberger, Max von Shillings, Conrad Ansorge y Félix Mottl, lo que le despertó un amor muy temprano por la música de Beethoven. Fue entre los años 1927 y 1944 cuando dirigió importantes producciones, siendo el director musical de la Orquesta Filarmónica de Viena y de los festivales de Salzburgo y de Bayreuth. Por ello, Gustav Heinrich está considerado como uno de los más notables compositores, director de orquesta y músico de su género en el siglo xx.

Podrás leer el artículo completo en el número 79 de Madrid Histórico