El buen tiempo ya es una realidad así que le invitamos a disfrutar de los contenidos de Madrid Histórico 99 bajo la sombra de un árbol, por ejemplo, del Parque del Retiro. Y es que, este pulmón madrileño, es protagonista por partida doble de este número. Primero, y junto al Paseo del Prado, por ese ‘Paisaje de la Luz’, un entorno que ha recibido ya excepcional mención de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Además, hablaremos de él y de las fastuosas representaciones teatrales que tenían lugar durante el barroco. En mayo siempre toca hablar de los alzamientos históricos de 1808. En esta ocasión lo haremos a través de algunas heroínas de carácter único y aguerrido. También en estas páginas, caminaremos por un Madrid muy musical y pondremos en valor a la figura de Carmen Bravo -Villasante.
Heroínas madrileñas del 2 de mayo de 1808
Una de las fechas más importantes de la historia de Madrid es el 2 de mayo de 1808, día en el que la ciudad ofreció una muestra de valentía y resistencia pocas veces vista. En aquellos acontecimientos juzgaron un papel decisivo mujeres como Clara del Rey, Benita Pastrana o Manuela Malasaña. Pero también hubo otros nombres propios que merece la pena recordar. Todas ellas fueron las heroínas madrileñas del 2 de mayo.
El emperador Carlos V
Carlos V se sintió atraído por la entonces pequeña villa de Madrid desde el momento en que la conoció, y consecuentemente Madrid le guarda un gran reconocimiento; en tal sentido, baste ver que la plaza en que está ubicada la estación de Atocha, uno de los lugares más emblemáticos de la capital, lleva su nombre y que en el Museo del Prado está representado en las magníficas esculturas Carlos V y el Furor de los escultores italianos Leone y Pompeyo Leoni, en otra estatua de gran tamaño, en un busto y en el gran retrato ecuestre de la batalla de Mühlberg pintado por Tiziano. Sin embargo, no estuvo en la villa del oso y del madroño hasta siete años después de haber llegado a la península ibérica.
Anecdotario del paisaje de la luz: Paseo del Prado
El 25 de julio de 2021 tuvo reconocimiento como Patrimonio Mundial de la Unesco el denominado Paisaje de la Luz, que engloba al recinto del parque del Retiro y el paseo del Prado, teniendo este último un uso continuado por parte de los madrileños de más de quinientos años.
La intención de este anecdotario es la de, haciendo un recorrido por el espacio señalado, referirle al amable lector algunas de las curiosidades y anécdotas que guarda. La reseña de estilos arquitectónicos, estilos de construcción y otros aspectos técnicos, por esta vez, los dejamos a un lado, exponiendo sobre ellos lo estrictamente necesario.
Escenógrafos Retiro
Durante el reinado de Felipe IV (1621-1665), el Buen Retiro fue lugar de celebraciones y eventos fastuosos, donde el monarca se congregaba con su corte y disfrutaba de una vida despreocupada. Para que la puesta en escena de las representaciones y actos que tenían lugar en él, Felipe IV mandó traer de Italia al escenógrafo Cosme Lotti, especialista en el diseño de escenarios, creación de tramoyas y la aplicación de la perspectiva a los escenarios. Fue tal el esplendor de los escenarios creados por Lotti, que en su primera intervención como escenógrafo en la corte española se dice que algunas señoras, al contemplar el mar creado por el escenógrafo florentino, incluso «salían mareadas». El buen hacer de Lotti se mantuvo con la llegada a la corte de su compatriota Baccio del Bianco.
Paseos por el Musical 7
Son varios los compositores de los siglos XVIII al XX que van a presentársenos a lo largo de este paseo. Como Vicente Martín Soler, que en Viena llegó a eclipsar durante un tiempo al mismísimo Mozart con sus óperas; o Tomás Bretón, también compositor de óperas y de la celebrada zarzuela La verbena de la Paloma; o el ucraniano Serguéi Prokófiev, que presentó una obra suya en Madrid y cuya música, prohibida por el Gobierno ruso, transitaba hacia la modernidad.
Intelectual y mujer
Doctora en Filosofía y Letras por la Universidad de Madrid, Carmen Bravo -Villasante fue filóloga, folclorista y traductora española, pero sobre todo pionera en el estudio universitario de la literatura infantil. Nacida en el año 1918, entre sus obras cabe destacar: «Historia y antología de la literatura infantil española» (1963), «Historia y antología de la literatura infantil universal» (1970) o «Dos siglos de libro infantil» (1980). En 1980 recibió el Premio Nacional de Literatura de Investigación. En el año 2018 la Biblioteca Nacional organizó la muestra ‘Carmen Bravo-Villasante, más que un hada para la literatura infantil’ en el que se homenajeó su figura.