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¿QUÉ ES LA PREHISTORIA?

La Prehistoria es aquel periodo anterior a la aparición de los documentos escritos y que se subdivide en Paleolítico, Mesolítico, Neolítico y Edad de los Metales donde se incluyen las Edades del Cobre, Bronce y Hierro. En esa fase que se denomina prehistoria el hombre no conoce la escritura, cuya invención es fundamental para que comience la segunda etapa que es la Historia. Dentro de la Prehistoria en la línea evolutiva del hombre, el más antiguo fue el «Austrolopithecus», con unas características similares a la de los primates. En ese proceso evolutivo llegamos al «Homo habilis», posteriormente el «Homo erectus». Seguidamente el «Homo sapiens neanderthalensis», hasta llegar al «Homo sapiens sapiens», que es el antecedente del hombre actual. Lo que sí es importante subrayar es que mientras algunos países se encontraban ya inmersos dentro de la historia, al conocer la escritura: cuneiforme en forma de cuña en Mesopotamia y jeroglífica, en Egipto, otros permanecían anclados aún en la Prehistoria.

Los yacimientos prehistóricos de Madrid han sido considerados como los más relevantes de Europa. Esa es la razón de que me haya atrevido a describir esos restos que corresponden al Paleolítico o Antigua Edad de Piedra. En este sentido, tengo que glosar la magnífica labor de investigación que ha dado a conocer a los madrileños y a los visitantes de la capital, el Museo de San Isidro -Los Orígenes de Madrid, que ha gozado siempre de un plantel de excelentes especialistas y científicos, que han tenido el acierto de incluir entre las colecciones del Museo, aquellos restos prehistóricos, hallados en las excavaciones efectuadas durante la segunda mitad del siglo XIX y del siglo XIX, vestigios que en su gran mayoría se encontraron en las terrazas fluviales de los ríos Manzanares y Jarama. En los yacimientos arqueológicos y paleontológicos de dichas terrazas el hombre disponía de suficiente agua y utensilios para elaborar herramientas y de productos frutales y otros alimentos como la caza y la pesca con los que poder subsistir holgadamente. Ya en los inicios del siglo XIX, en torno al cementerio de San Isidro se incrementó notablemente la búsqueda de lugares arqueológicos, lo que contribuyó a que Madrid fuera uno de los sitios paleolíticos más relevantes de nuestro continente.

El citado Museo, creado en el año 2000, ha elaborado un catálogo[1] donde se ha incluido en la entidad esos restos prehistóricos, como consecuencia de la renovación de los fondos del Museo, que ha propiciado una notoria mejora del mismo. El Museo dispone de dos ámbitos expositivos. El primero nos facilita llevar a cabo un  recorrido por la historia de Madrid, desde su remota procedencia prehistórica hasta la designación de ser sede permanente de la Corte en Madrid, en 1561, por designación de Felipe II.

En el epígrafe del citado catálogo «Antes de Madrid»[2], se constata el surgimiento «de los primeros pobladores del Valle del Manzanares. Desde hace 400.000 hasta 9.000 años». En este sentido, se hace referencia a los colectivos humanos que habitaron en Madrid en torno a sus valles. Estos grupos de distintas especies tuvieron que aguantar distintos tipos de climas, paisajes y faunas, y estaban inmersos en el Paleolítico, la etapa más larga de la historia de la humanidad y se dedicaban para poder subsistir a la caza, la pesca y la recogida de otros productos.

Los primeros homínidos que llegaron a Madrid hace 400.000 años fueron los que pertenecieron a la especie «homo heidelbergensis», procedentes de África. Estos serían reemplazados por el «Homo neandertalensis», que se extinguió sin dejar descendencia. Fue el «homo sapiens sapiens» el que sustituiría al «homo neandertalensis» y decuya especie descienden los humanos actuales.

Sobre los restos humanos que con mayor antigüedad se conocen, citados en el primer párrafo, según Hermann Kinder y Wener HIigelmann, pertenecen al «Austrolopithecus»,[3] homínido que fue descubierto en Taung, en 1924, y que data del «Pleistoceno», época de las glaciaciones. Los utensilios que portaban eran «los eolitos o cantos rodados», lo que se ha denominado «pebble culture». Posteriormente, en el mismo «Pleistoceno», ya más evolucionado surgió el «Pitecántropo», facultado para poder producir fuego.

En relación con la línea de la evolución humana, el científico José María Bermúdez de Castro[4] en una videoconferencia que impartió y que se puede ver a través del canal de Youtube sobre «las claves biológicas y culturales del ser humano», reseña cómo nos separamos «del linaje de los chimpancés» hace unos 6, 7 u 8 millones de años. Bermúdez especifica como «el homo sapiens comparte casi el 99% de su genoma con el chimpancé, y con el orangután el 98,5%».

Como especifica Antonio Ubieto Arteta en el libro Introducción a la Historia de España[5], en el apartado relativo a los primeros pobladores y colonizadores de nuestro país, se adentra en lo que fue la Prehistoria, etapa en la que poco se conoce de cómo se produjo la existencia de hombre. Calcula que empezó a habitar la península hace medio millón de años. La carencia de documentos escritos en esa época dificulta el conocimiento de la realidad de ese periodo.

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