En este tramo final del verano Madrid Histórico recoge mucha historia y mucha vida. Siendo fieles a nuestra línea, este número aborda temas como el Madrid de la Guerra de la Independencia, los escudos que ha tenido nuestro país a lo largo de sus distintas etapas políticas o una aproximación al mundo carpetano. Pero tenemos mucho también de vida cotidiana, de esa vida diaria que tenían los madrileños, de la manera que tenían de divertirse en el Siglo de Oro, de cómo eran los tipos más peculiares en el S. XVIII, de las formas de higiene y los usos y costumbres sobre la belleza de la sociedad de principios del S. XX. Un número muy completo y ameno con el que despedimos la etapa estival y nos adentramos en el otoño.
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CLÁSICOS MADRILEÑOS |
Mariano José de Larra nace el 24 de marzo de 1809 en la antigua Casa de la Moneda, ya que su abuelo paterno era su administrador. Desde muy niño, Larra alterna sus estancias en Madrid con otras fuera de la capital, incluyendo algunas en el extranjero por el exilio de su padre en Francia. Después de la amnistía de Fernando VII, su padre pudo regresar a España e instalarse de nuevo en Madrid. Personaje clave del romanticismo español, a partir de ese momento empezará a despuntar por su pluma satírica.
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LA ENTREVISTA |
José Ignacio García Casas es arquitecto y escritor del libro «Arquitectura en Madrid». En esta entrevista nos desvela su faceta más madrileña, sus intereses, el lugar que más le gusta de esta ciudad, el que menos, etc. |
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POESÍAS SATÍRICAS, JOCOSAS Y CRÍTICAS DE MADRID |
El ingenio madrileño siempre ha sido afilado a la hora de comentar, criticar, ajustar cuentas, además de reírse hasta de su sombra. Como muestra este botón de poesías satíricas y jocosas que tienen como diana políticos, vecinos, calles, lugares y artistas.
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LAS DIVERSIONES DE LOS MADRILEÑOS EN EL SIGLO DE ORO |
Durante el reinado de Felipe IV solo hubo cien días laborables y la población de Madrid había crecido muy rápido. Se estima que 3300 personas vivían en las calles, siendo solo 1300 pobres de verdad. Los demás eran pícaros en busca de un modo de vida ocioso.
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EL ESCUDO DE ESPAÑA EN LOS EDIFICIOS DE MADRID: REY, REPÚBLICA… NACIÓN |
Continuando con el artículo publicado en el número anterior, retomamos nuestro paseo entre la historia, la arquitectura y el arte desde un punto de inflexión. Hasta los albores del S. XIX bajo el reinado de José I Bonaparte no puede hablarse de un blasón territorial y no dinástico del reino de España. |
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DOSSIER: MADRID EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA |
El pasado 13 de mayo se cumplieron 200 años de la entrada del rey Fernando VII en Madrid, tras estar seis años cautivo en Francia. Con la recuperación del trono y expulsión de los franceses se da por terminada la llamada guerra de la Independencia. Durante ese corto periodo de tiempo, la población madrileña sufrió los rigores de la guerra, en sus calles se acometieron hechos heroicos y fueron testigo del paso de los principales personajes que marcarán la historia de Europa. |
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HIGIENE Y BELLEZA EN EL MADRID DE 1900 |
A finales del S. XVIII empieza a imponerse la idea de que una mala higiene permite una mayor proliferación de la enfermedad. La higiene, que hasta entonces formaba parte junto con la Medicina Legal de la llamada Medicina Pública, se refunda en el siglo XIX como ciencia profiláctica y disciplina médica independiente. |
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TIPOS PECULIARES EN EL MADRID DEL SIGLO XVIII |
A través de los tiempos, las ciudades han sido el aposento de los más variopintos pobladores que han configurado el modo de ser de la ciudad donde están asentados representantes de una idiosincrasia popular o exponentes de un modo de vida particular en un momento histórico dado. Madrid, imán irresistible, ha atraído hacia sí, desde todos los puntos de España a gentes de muy distinta condición social para quienes la capital constituía su meta máxima. |
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UNA APROXIMACIÓN AL MUNDO CARPETANO |
Los carpetanos aparecen entre los pueblos de la meseta que sufrieron el violento paso de Aníbal por estas tierras áridas y duras y que después de ser vapuleados con estrépito por los púnicos se convierten en, teóricamente, pacíficos habitantes de la Carpetania, tierra preferida por las legiones romanas para descansar de sus durísimas campañas contra celtíberos y lusitanos. |
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